En una introducción suelen apuntarse diversos contenidos generales que se hace necesario exponer para la mejor comprensión de lo que le sigue. Entre ellos, esquemáticamente, podemos mencionar los siguientes:
- Antecedentes de la investigación que se ha realizado.
- Punto de partida o enfoque con el que se abordan el problema.
- Objetivos, generales y específicos, del trabajo realizado.
- Conceptualizaciones básicas, importantes para situar mejor el subsiguiente desarrollo de ideas.
- Problemas de método, especialmente aquellos que se refieren a las cuestiones básicas -generalmente epistemológicas-que influyen sobre la metodología y las técnicas que se han empleado.
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